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29 de septiembre de 2008

dificultades del Lenguaje

dificultades del Lenguaje
Clasificación de las dificultades del aprendizaje

Las dificultades del aprendizaje son los inconvenientes que tiene el cerebro para interpretar ciertos procesos de información. Esta información puede ser verbal, escrita, o de señales numéricas. Estos problemas de aprendizaje pueden ser tratados con eficacia mediante la implementación de varias estrategias directas. Las personas con dificultades de aprendizaje a menudo son capaces de llevar adelante una vida de calidad, pero antes deben conocer qué clase de discapacidad poseen y tener en cuenta las acciones que deben implementar para sobrellevarlas.
A continuación presentamos una lista de las dificultades del aprendizaje más comunes y los síntomas que las definen.

Dyslexia. Esta es la discapacidad del aprendizaje más popular en Estados Unidos. Las personas afectadas por la dyslexia tienen problemas para leer/comprender el lenguaje escrito. Los síntomas incluyen: demora en el proceso del habla, dificultades alfabéticas, dicción limitada o saltos de memoria.

Dificultades de cálculos. Aquellos afectados por “dyscalculia” encuentran dificultades para comprender procesos básicos matemáticos, de cálculos o que involucren números y cifras. Algunos indicadores de esta discapacidad incluyen: dificultades para el aprendizaje numérico y confusión o mezcla de los símbolos matemáticos.

Dificultades de escritura. Esta dificultad del aprendizaje se caracteriza por la incapacidad de escribir dentro de un campo determinado. La Learning Disabilities Association of America (LDA) clasifica a este desorden como un problema externo causado por un mínimo control de los pequeños músculos que dictan habilidades motoras. Algunos síntomas de este desorden pueden incluir: aprendizaje tardío de las habilidades motoras, pobre manejo de las herramientas de la escritura y escritura ilegible.

Desorden auditivo y de la percepción visual. Las personas con estos problemas de aprendizaje son capaces de ver y escuchar sin dificultades, pero encuentran muy arduo el proceso de interpretar el lenguaje. Esto se debe a causa de que este es un problema de cómo el cerebro interpreta las señales. Los afectados por este desorden suelen tener dificultades para diferenciar dos sonidos (o fonemas)especialmente cuando estos ocurren al mismo tiempo. Estas personas tropezarán en su vida con uno o más de estos obstáculos: problemas en el transporte de letras (incapacidad para discernir en cuál letra o símbolo debe primero focalizar la atención). Salto de letras, oraciones o incluso párrafos enteros y relectura del mismo pasaje una y otra vez.

Dificultades de la memoria. Las personas con este desorden suelen tener dificultades para retener o traer a la memoria una información visual o auditiva recientemente percibida. Hallarán imposible repetir una frase que alguien les haya dicho minutos antes, o un pasaje que ellos hayan terminado de leer. Esta incapacidad de acceder a la información reciente hace imposible que puedan almacenar los recuerdos. Son capaces de recordar hechos aislados pero son incapaces de ubicarlos en un contexto.
LA AFASIA
Una afasia es una disfunción en los centros o circuitos del lenguaje del cerebro que imposibilita o disminuye la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje oral, la escritura o los signos, conservando la inteligencia y los órganos fonatorios.
Causas de la afasia
La afasia es causada por un trauma o una infección cerebral como:
• Accidente cerebrovascular o ictus: Es la causa más frecuente de afasia sobre todo producido por isquemia trombótica o embolígena.
• Traumatismo craneoencefálico: Provocado generalmente por un accidente.
• Infecciones localizadas o difusas del cerebro, como absceso cerebral o encefalitis.
Clasificación: los síndromes afásicos corticales
Las afasias corticales se dan por una lesión perisilviana (alrededor de la cisura de Silvio). Son las más comunes y se diferencian de las transcorticales en que en las corticales la repetición está alterada en grado variable.
Síndrome de Landau-Kleffner: Es un trastorno infantil asociado a trastornos epilépticos. En el 75% de los casos existe un problema afásico junto con un problema epiléptico. Éste último, se suele corresponder con una crisis tónico-clónica generalizada. Sus sintomas aparecen en torno a los 4-5 años. Hasta esa edad los niños se comportan normalmente, muestran un desarrollo psicológico y motor normal. Por razones desconocidas, a partir de esa edad muestran un deterioro del lenguaje, tanto de los aspectos expresivos como comprensivos. Las técnicas de neuroimagen no han arrojado todavía ninguna causa orgánica. Algunas técnicas metabólicas sí han encontrado una disminución en el metabolismo cerebral a nivel temporal.
Tratamiento de la afasia [editar]
El tratamiento de la afasia es el tratamiento de la enfermedad de base que la ha producido. En algunos casos un individuo se recuperará completamente de la afasia sin tratamiento. Este tipo de recuperación espontánea ocurre generalmente después de sufrir un ataque transitorio isquémico (AIT), una clase de accidente cerebrovascular en el que el flujo sanguíneo que va al cerebro es momentáneamente interrumpido, pero restaurado rápidamente. En estas circunstancias, la capacidad del lenguaje puede regresar en unas pocas horas o unos pocos días. Sin embargo, en la mayoría de los casos de afasia, la recuperación de la capacidad del lenguaje no es ni tan rápida ni mucho menos tan completa.
Mientras muchos individuos con afasia también experimentan un período de recuperación espontánea parcial (en el cual algunas de las capacidades del lenguaje retornan durante unos pocos días o un mes después de la lesión cerebral), siempre quedarán secuelas del desorden. En estos casos, la terapia de habla y lenguaje es útil. La recuperación sigue generalmente durante un período de 2 años.
La mayoría de las personas creen que el tratamiento más eficaz empieza a principios del proceso de recuperación. Algunos de los factores que influyen en la mejora incluyen la causa del daño cerebral, el área del cerebro que estaba dañado, el grado de lesión cerebral y la edad y salud del individuo. Factores adicionales incluyen motivación, el entorno, el nivel educacional, o la capacidad del sujeto para darse cuenta de sus propios déficits.
La terapia para superar la afasia se concentra en mejorar la capacidad de un individuo de comunicarse usando el resto de las capacidades de comunicación que tiene el paciente, restaurar las capacidades del lenguaje dentro de lo posible, compensar los problemas del lenguaje y aprender otros métodos para comunicarse.
El tratamiento puede ofrecerse en forma individual o en grupo. La terapia individual se enfoca en las necesidades específicas de la persona. La terapia grupal ofrece la oportunidad de desarrollar nuevas capacidades de comunicación dentro de un entorno cómodo y adecuado para el paciente.
Las comunidades de accidentes cerebrovasculares, grupos regionales de apoyo, son formadas por individuos que han tenido un accidente cerebrovascular, y están disponibles en la mayoría de las principales ciudades. Estos grupos o comunidades también ofrecen la oportunidad de probar nuevas aptitudes de comunicación. Además, pueden ayudar al individuo y a su familia a ajustarse a los cambios que involucra sufrir un accidente cerebrovascular y tener afasia. La participación familiar es un componente crucial en el tratamiento de afasia, para que así los miembros de la familia puedan aprender la mejor manera de comunicarse con la persona querida.
Así, en el actual tratamiento de la afasia (en su fase postaguda), son indispensables tanto la actuación de un neuropsicólogo clínico, que coordinará la estrategia a llevar y efectuará rehabilitación, como la de un logopeda.
Pautas para la familia [editar]
La familia puede hacer las siguientes cosas para colaborar con el tratamiento del paciente:
• Simplificar el lenguaje a través del uso de oraciones cortas y sin complicaciones.
• Repetir el contenido de las palabras o señalar palabras claves para aclarar el significado de la oración según sea necesario.
• Mantener un tipo de conversación natural y apropiada para un adulto.
• Minimizar al máximo las distracciones, como por ejemplo el ruido de una radio, siempre que sea posible.
• Incluir a la persona con afasia en las conversaciones.
• Preguntar y valorar la opinión de la persona con afasia, especialmente con respecto a los asuntos familiares.
• Estimular cualquier tipo de comunicación, ya sea hablada, gestual, señalando o dibujando.
• Evitar corregir el habla del individuo.
• Permitirle a la persona con afasia todo el tiempo que necesite para conversar.
• Ayudar al individuo a participar en actividades fuera del hogar. Busque grupos de apoyo como las comunidades de personas que han sufrido un accidente cerebrovascular.
• Prestar más atención a todos los elementos comunicativos de naturaleza no verbal que el paciente pueda transmitirnos.


Alalia
Pérdida del lenguaje producida por una afección local de los órganos vocales y, especialmente, por lesiones nerviosas centrales o periféricas. Mudo, privado del habla.

Dislalias
Resumen: Se hace referencia a las distalias como alteraciones en la articulación de los sonidos del habla, donde no existe una entidad neurológica de base. Dentro de su etiología pueden existir malformaciones o deformidades anatómicas de los órganos articulatorios, dislalias orgánicas; o simplemente una mala coordinación muscular, dislalias funcionales. Es la afección del habla más frecuente en la infancia, de pronóstico favorable en la mayoría de los casos, luego de la realización de un tratamiento logopédico oportuno. Se aborda el tema con el propósito de brindar un conocimiento general de la entidad, y facilitar su diagnóstico y manejo terapéutico.
Descriptores De CS: DISLALIAS. TRASTORNOS DE LA ARTICULACION/ diagnóstico; TRASTORNOS DE ARTICULACION/etiología; TRASTORNOS DE LA ARTICULACION/terapia; FONETICA.
El trastorno del habla más difundido entre los escolares, tanto en educación especial como de educación primaria, lo constituyen las alteraciones en la pronunciación, lo que tradicionalmente se conoce como dislalias.1
Etimológicamente significa dificultad en el habla, del griego dis, dificultad lalein, hablar, pudiendo definirse como los trastornos de la articulación en los sonidos del habla (pronunciación), donde no exista como base una entidad neurológica.2
El término dislalia no existió siempre. Por mucho tiempo se agrupaban los trastornos de la pronunciación bajo el nombre de dislabia. El suizo Schulter en los años 30 del siglo xix comenzó a utilizar el término de dislalia para diferenciarlo de la alalia (sin lenguaje); posteriormente los estudios realizados por diferentes autores como A. Kussmaul (1879), Berkan (1892), H. Gutzman (1927), P. Liebmann (1924), Froschels (1928), y otros hicieron posible el significado que conserva hoy.3
Las causas de las dislalias son diversas. En los años 80 del siglo pasado Soep, intentó clasificar el trastorno teniendo en cuenta la existencia de dislalias mecánicas (orgánicas) y funcionales.
A comienzos de este siglo xx, autores soviéticos trataron de explicar el surgimiento de la dislalia sobre bases de trastornos auditivos de carácter periférico por un lado, y con alteraciones en la función de los órganos de la articulación por otro.4
Según Segre las dislalias son trastornos de la articulación de la palabra, debida a las alteraciones de los órganos periféricos que la producen sin daño neurológico; clasificándolas en orgánicas a consecuencia de lesiones anatómicas en los órganos articulatorios y funcionales, cuya causa esta dada por una mala coordinación muscular debido a factores etiológicos diferentes.5
Es necesario tener en cuenta que la pronunciación de los fonemas puede estar alterada de diferentes formas, por sustitución, distorción y omisión; a su vez pueden variar de acuerdo con el número de fonemas afectados, pudiendo ser simple, múltiple y generalizada. Además la nomenclatura del trastorno correspondiente se determina con el uso del nombre griego del fonema, al que se une el sufijo (ismo). La alteración de la /r/ rotacismo, la de la /s/ sigmatismo, etcétera si el fonema no esta incluido en el alfabeto griego, se utiliza dislalia de nombre del fonema en español (Trabajo de Terminación de Residencia Dra. Regal 1984).
Diagnóstico
Teniendo en cuenta la clasificación inicial, las dislalias orgánicas, pueden interesar los diferentes órganos articulatorios, siendo la toma dependiente de cada zona específica.
La dislalia labial puede verse en los casos de parálisis facial y en el labio leporino.
La parálisis facial unilateral de los músculos de la cara produce en el paciente una dificultad subjetiva para articular las sílabas que contienen las consonantes labiales. La mayoría son de origen periférico, y pueden curar ya sea espontáneamente o mediante tratamiento médico. Cuando esto no ocurre, el trastorno articulatorio suele alcanzar una efectiva y espontánea compensación funcional por acción de los músculos vecinos homo o contralaterales. Solamente en contados casos el timbre vocal queda algo deformado y habrá que recurrir a la atención logofoniátrica, practicándose iguales técnicas que en el labio leporino.5
El labio leporino como malformación congénita, se caracteriza por una fisura paramediana uni o bilateral que divide el labio superior en 2 y en algunos casos en 3 partes asimétricas. Esto interesa todos los tejidos que constituyen el labio superior, siendo interrumpido el anillo muscular, que como esfínter limita y regula la abertura bucal y constituye el músculo orbicular de los labios. Se comprende así que todos los movimientos a este nivel resultan deformados especialmente para la articulación correcta de los fonemas bilabiales.6
Las dislalias de origen dental y maxilofacial, están en igual grupo, porque la conducta a seguir es muy parecida. Las malformaciones de las arcadas alveolares o del paladar óseo y las maloclusiones dentales, traducen trastornos del habla.7
Su interferencia sobre el mecanismo de la palabra es mucho más evidente en la infancia. Si la normal articulación fonética se encuentra ya bien automatizada, cuando aparece la patología odontomaxilar, las alteraciones del habla serán menores o transitorias, pero de cualquier manera desaparecerán solamente con la intervención del ortodoncista o del cirujano maxilofacial.
En el adulto, la caída de múltiples piezas dentarias, la mala oclusión de las arcadas dentales por fractura o luxación de una o ambas articulaciones temporomandibulares, influyen poco en los fonemas; la lengua, los labios, los arcos alveolares, los carrillos, etcétera compensan o pueden sustituir bastante la zona dentoalveolar.
En el niño las condiciones anatómicas anteriormente mencionadas, determinan en forma refleja y secundaria una imperfecta posición o movilidad de la lengua, y es precisamente ésta la que al final empeora la articulación de la palabra y hasta puede agravar la dismorfia maxilodental.8
En los niños más pequeños, la patología odontomaxilar puede modificar también la función deglutoria de la lengua (deglución atípica), alterando a su vez la función articulatoria; lo mismo sucede con la incidencia de hábitos deformantes.9,10
Dentro de las dislalias de origen lingual debemos mencionar al frenillo sublingual, pues se le atribuye, aun entre personas cultas, ser el responsable de las dislalias más variadas, así como también otras afecciones del habla como la tartamudez y la disartría; se ha demostrado que pocas veces el frenillo es tan corto como para dificultar la articulación, y cuando sucede sólo están comprometidos los fonemas /r/ y /l/(Trabajo de Terminación de Residencia. Regal, 1984).
Las dislalias nasales y palatales, pueden incluirlas en el mismo grupo pues sus patologías se caracterizan por modificar la resonancia de los fonemas, por aumento (rinolalia abierta),o una disminución (rinolalia cerrada). En los casos más leves no se trata en realidad de dislalias, porque no está afectada la articulación, sino sólo en los casos más acentuados hay verdadera dislalia (fisura palatina); en la rinolalia cerrada, las causas fundamentales son por obstrucción de la cavidad nasofaríngea (pólipos, vegetaciones adenoideas, tumores, etcétera), mejorando en la mayoría de las veces con el tratamiento quirúrgico correspondiente.11,12
En las dislalias funcionales, el defecto articulatorio no depende de una alteración anatómica de los órganos que intervienen en este proceso.13,14
Su etiología puede ser variada y Segre señala dentro de éstas los retardos en el desarrollo del lenguaje secundario a retraso mental y déficit auditivo específicamente; la disfunción puede interesar uno o más sonidos independientemente de la zona de articulación, pudiendo las consonantes ser deformadas, omitidas, sustituidas y en ocasiones aparecer de manera alternante sobre todo en los casos de retraso mental.15,16
En el déficit auditivo la secuela más notable es el defecto de la palabra. Cuando aparece en la primera infancia, no permite un desarrollo espontáneo del habla.
Shlorhaufer,17 puntualiza que en estos casos los movimientos articulatorios transcurren en forma más tosca y llamativa, que en los niños de audición normal.
Perelló,18 señala que hay tendencia a articular mejor las vocales, lo que coincide con otros autores, con respecto a las consonantes las fricativas son las más afectadas.19-21
Finalmente, mencionaremos las dislalias de tipo fisiológico, como su nombre lo indica, son aquellos trastornos articulatorios de carácter transitorio que se observan durante las primeras etapas de desarrollo del habla en el niño, y que van desapareciendo a medida que se fijan y automatizan los modelo acusticosmotores verbales del ambiente. Esto hay que saberlo respetar y no pretender que el niño queme etapas hablando con perfección articulatoria, cuando esto no es posible, por razones sensomotrices de maduración incompleta, pues esta actitud perfeccionista a destiempo puede dar lugar a una concientización exagerada del acto verbal y llevar consecuentemente a la tartamudez.22
Conducta terapéutica
Ésta se efectuará teniendo en cuenta las líneas generales de tratamiento, para los trastornos articulatorios.1,3
• Utilización de articulaciones o cualidades de articulación, que lleve implícito el esqueleto funcional del fonema afecto.
• Movimientos biológicos con similares bases de funcionalismo.
En las dislalias orgánicas se debe realizar la corrección de la deformidad o malformación anatómica, y valorar posteriormente la terapia logopédica.
El logoterapeuta evocará las posiciones y los mecanismos normales de los distintos fonemas, enseñará al sujeto a repetir el movimiento correcto. Se valdrá para esto de la imitación visual, acústica y cinestésica de su propia articulación, que solicitará al paciente como fonema aislado en un principio, para sumarla luego en sílabas y sucesivamente en palabras.
Dentro de los factores que influyen en la evolución se encuentran, el coeficiente intelectual, la atención acústica, la cooperación individual y las características del ambiente sociofamiliar. Se plantea que esta terapia debe ser presentada al niño, como un entretenimiento, en el cual encuentre gusto y justificación instructiva, repitiéndolo diariamente hasta llegar a la automatización de los fonemas aprendidos.
Conclusiones
Se define a la dislalia como un trastorno para la producción de los sonidos articulados, donde no exista una entidad neurológica de base, éstas pueden ser clasificadas en dislalias orgánicas, cuando es determinada por una lesión anatómica de los órganos articulatorios, y dislalias funcionales, cuya causa reside en una mala coordinación muscular, debido a factores etiológicos diferentes. El diagnóstico diferencial se realiza con las disartrías; la terapia se realiza siguiendo las líneas generales de tratamiento para los trastornos articulatorios. Además inciden en el pronóstico distintos factores como el tipo de dislalia, cuantía y calidad de la afección anatómica, así como coeficiente intelectual, atención acústica, cooperación individual y familiar.

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