AYUDAS DE AYUDAS DE INFORMACION

24 de septiembre de 2008

ECONOMIA DOMINICANA

Moneda

La moneda nacional es el peso. El valor real del peso dominicano fluctúa frente al dólar americano y su valor está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda.

El Banco Central fija oficialmente la prima de acuerdo con las realidades del mercado. El peso está dividido en cien unidades. A los centavos se les llama «cheles». A mediados de 2001, la tasa de cambio en el mercado era de 1 dólar estadounidense por 16.66 pesos dominicanos (US$1=RD$16.66).

• Economía e Inversión

• La economía dominicana descansa sobre cuatro pilares:

• Agricultura

• Minería

• Turismo

• Zonas francas industriales

En los últimos años, el turismo y las zonas francas han sido los sectores más dinámicos. Los principales productos de exportación agrícola son:



1.-Café 6.-Cacao

2.-Azúcar de caña 7.- Piñas

3.- Naranjas 8.- Guineos

4.- Flores 9.- Vegetales.

5.- Tabacos.

La producción minera se concentra en el Cibao, donde existen grandes yacimientos de ferroníquel y la mina de cielo abierto más grande del continente. También se exporta sal gema, yeso y mármol.

EL DOLAR Y LA POLITICA DE COMUNICACION DEL GOBIERNO

Los primeros cien días de la gestión gubernamental del presidente Leonel Fernández ha retornado la confianza y la reducción considerable de la prima del dólar, para PRIMICIAS es el principal logro de la actual administración.

Esa reducción en el dólar ha disminuido los precios de los bienes y servicios, aunque hay que admitir que hay poderosos sectores que aún venden sus productos y servicios como si el dólar estuviera a una tasa del 55 por 1, con ganancias excesivas.

Esta semana el tema del dólar ocupo los principales titulares en los medios de comunicación, productos de unas declaraciones que ofreció el secretario técnico de la Presidencia, ingeniero Temístocles Montás, que generaron preocupación en la ciudadanía. Cuando el dólar ha bajado del 30 por 1, el ingeniero Montás revelo que el presupuesto nacional de 2005 ha sido elaborado con una prima del 37 por uno.

PRIMICIAS, que siempre ha apostado a la reducción y estabilidad del dólar, considera que la política comunicacional del gobierno, debe estar dirigida a evitar nerviosismo con los pronunciamientos que emitan los funcionarios sobre el tema del dólar.

Hizo muy bien esta semana el director de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRES), licenciado Rubén Peña, al revelar que el gobierno espera en el año 2005 una estabilidad en el dólar. Ese es el lenguaje, no otro, que hay que utilizar en materia económica para no alborotar las avispas del mercado cambiario.

Hay que elogiar la política comunicacional del Banco Central y el manejo correcto de su gobernador, licenciado Héctor Valdez Albizu, quien no sólo genera una gran confianza en los agentes económicos, sino que ni siquiera aborda el tema del dólar.

La exclusión del tema del dólar en los medios de comunicación ayuda a la estabilidad cambiaria y macroeconómica del país.

República Dominicana está repleta de dólares y el mismo tiene que seguir bajando para disminuir la inflación y fortalecer el peso.

Hay tantos dólares que a pesar de una mala noticia el tipo de cambio no ha tenido una variación significativa.

PRIMICIAS cree que no se puede retornar a la época del desorden y nerviosismo cambiario, que afecta a la gran mayoría del pueblo dominicano.

Que siga bajando el dólar, que sigamos produciendo más divisas y que se acabe con ese afán de lucro de unos pocos que no les importa ni la democracia ni la suerte de nuestro pueblo.

La política comunicacional de este gobierno, a la que le han dado tanta fama, tiene que ser monolítica para evitar que se dispare el dólar nuevamente. Los funcionarios del gobierno deben tocar la misma música de la estabilidad cambiaria y macroeconómica del país.

Economía de la República Dominicana

Un peso
La economía depende principalmente de la agricultura y el turismo. El turismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos desde mediados de los 1990s. El turismo representa ingresos en divisas de más de un millardo de dólares (2000), mientras que el envío de remesas de parte de los dominicanos residiendo en Estados Unidos y la Unión Europea representa más de 1.5 millardos de dólares. Estos dos renglones representan dos de las fuentes más importantes de ingreso económico en la República Dominicana.

La Republica Dominicana experimentó un crecimiento uniformemente variado en los 90 hasta una recesión económica en 2002 causa de fraudes bancarios (más de 89 millardos de pesos, equivalentes a US$4,9 millardos), destacándose el fraude del Banco Intercontinental BANINTER (RD$55 millardos, equivalentes a US$3,1 millardos), más una fuga de capitales. El déficit total llegó cerca de los US$7 millardos (RD$125 millardos); representando poco más de un tercio del producto interno bruto del 2002. Añadiéndose a esto surgió una especulación respecto a los índices reales, que sobrepasó un 130% en el 2003 respecto la moneda nacional, y una inflación cerca del 42%; comprimiendo más aún el PIB del 2003, que finalmente decreció un 1%.

Se realizaron numerosos esfuerzos hasta lograr un acuerdo con el FMI para superar la recesión. Las negociaciones con el FMI y el BID fueron iniciadas por el gobierno de Hipólito Mejía, cuyas concesiones finales se terminaron en el siguiente período de gobierno, el cual encabeza el actual presidente Leonel Fernández.

A partir de mediados de 2004, los indicadores económicos muestran mayor estabilidad, destacándose la apreciación del peso dominicano frente al dólar estadounidense y la disminución de la inflación.

En la actualidad, el gobierno dominicano está gestionando con los Estados Unidos y América Central un tratado de libre comercio denominado CAFTA-RD. Este acuerdo ha generado opiniones divididas en la población con respecto a si beneficiará o perjudicará a productores locales y a la población en general.

Una Reforma Monetaria Basada en el Dólar es la Clave para Terminar la Crisis en la Economía Dominicana
Un impuesto sobre la renta parejo de 15 por ciento mejoraría la recaudación y proveería incentivos para ahorrar e invertir

WASHINGTON-Un nuevo estudio publicado por Cato Institute argumenta que la República Dominicana puede emerger de su crisis actual al adoptar una nueva reforma monetaria basada en el dólar que produciría estabilidad de la moneda; y al implementar una reforma al sistema impositivo, la cual incluiría un impuesto sobre la renta de 15 por ciento parejo para todos.

Steve Hanke, Académico Asociado del Cato Institute, un renombrado experto monetario y arquitecto de numerosas reformas monetarias alrededor del mundo, es autor de "República Dominicana: Resolviendo la Crisis Bancaria y Restableciendo el Crecimiento". Él describe como el banco central de República Dominicana ayudó a causar la actual crisis económica que sufre el país y argumenta que la opción de una reforma basada en el dólar tales como una caja de conversión, la dolarización o la banca libre restituiría inmediatamente la confianza y ayudarían a terminar la crisis de República Dominicana.

Hanke, profesor de economía aplicada de la Universidad Johns Hopkins, dice "Las opciones basadas en el dólar separarían las funciones monetarias y fiscales en República Dominicana y asegurarían una moneda estable y una fuerte restricción presupuestaria. Adicionalmente, la adopción de una reforma basada en el dólar permitiría la abolición de los controles cambiarios y la burocracia que los hacen cumplir".
"Sin la política monetaria como herramienta de los políticos, no habría razón de mantener las regulaciones que existen ahora para apuntalar el peso".


Hanke argumenta que los regímenes monetarios basados en el dólar reducirían la probabilidad de rescates bancarios, el último de los cuales le costó a los dominicanos un 15 por ciento del PIB. Además, un impuesto sobre la renta parejo para todos mejoraría la disposición hacia los impuestos e incrementaría los incentivos para trabajar, ahorrar e invertir.

Hanke escribe que "para reducir la evasión fiscal y concentrar la recaudación en las personas que generan el mayor flujo de ingresos, el impuesto sobre la renta debería de ser bajo, parejo y con una barrera que es alta para los estándares locales".

REPÚBLICA DOMINICANA
Dinero

Dinero: Moneda: El peso de la República Dominicana (peso) = 100 centavos. Hay billetes en denominaciones de 1000, 500, 100, 50, 20, 10, 5 y 1 peso. Las monedas son de 1 peso, y 50, 25, 10, 5 y 1 centavo.

Cambio de divisas: El Peso no está disponible fuera de la República Dominicana. La divisas de España, México, y Venezuela pueden cambiarse por pesos de la República Dominicana una vez que se esté dentro del país. A la salida del país la moneda local que no se haya gastado (hasta un 30% del total cambiado) podrá cambiarse por dólares de EE UU, siempre y cuando se presenten los recibos de la operación de cambio de divisas.
Todo el cambio debe hacerse en los sitios oficiales que estén autorizados por el Banco Central, como los Bancos y Hoteles.



Tarjetas de crédito: Se aceptan Mastercard, American Express, Diners Club y Visa. Se aconseja verificar con la compañía emisora de su tarjeta la posibilidad de utilizarla en comercios, así como las facilidades a las que puede tener acceso en la República Dominicana.

Cheques de viaje: Algunos bancos aceptan cheques de viaje. Para evitar comisiones altas a la hora de cambiar los cheque se recomienda que estos se libren en dólares de EE UU.

Tipos de cambio: A continuación aparecen los tipos de cambio del peso dominicano frente al euro y el dólar estadounidense, según la cotización de las divisas a 1 de julio del 2004.
1 euro = 54,64 pesos
1 dólar de EE UU = 44,94 pesos

Restricciones: Está prohibida la importación y exportación de pesos dominicanos. La importación de divisas no está limitada pero sí sujeta a declaración al entrar en el país. La exportación se limitará a la cantidad declarada.

Horario de los bancos: De 08.00 a 16.00 de lunes a viernes.

Indicadores económicos de la Republica Dominicana

Deuda total (año 1999):
4.771 millones EUA$
Deuda/habitante (año 1999):
568 EUA$ / habitante
PNB (ppa)/habitante (año 1999):
5.210 EUA$ / habitante
Principales productos de exportación:
Hierro, níquel, azúcar, oro, plata, café, cacao, tabaco, carnes

Principales destinos de las exportaciones (estimaciones 1999):
EUA 66%, Países Bajos 8%, Canadá 8%, Rusia 7%, GB 5%
Principales productos de importación:
Comestibles, petróleo, algodón, téxtil, químicos y farmacéuticos
Orígenes de las importaciones (estimaciones 1999):
EUA 26%, Venezuela 9%, México 4%, Japón 3%, Panamá 3%

Análisis de la deuda

La deuda de la República Dominicana se duplicó entre 1980 y 1990, pero se estabilizó en algo más de 4.500 millones de EUA$ durante la década de los años 90.

El crecimiento de los indicadores económicos durante esta última época ha comportado la reducción de los niveles de endeudamiento. Así, la ratio deuda/exportación ha pasado del 200%, a principios de 1990, a algo menos del 50%, en 1999. El Banco Mundial califica la República Dominicana como un país con una deuda sostenible, ya que esta ratio está por debajo del 150% (nivel a partir del cual la deuda comienza a ser considerada insostenible).

Toda la deuda dominicana a largo plazo está públicamente garantizada. La deuda a corto plazo (aquella a retornar en menos de un año), representa algo más del 20% del total. El 50% de la deuda a largo plazo es bilateral, el 31% multilateral y sólo el 19% es privada.
La República Dominicana ha renegociado dos veces su deuda bilateral en el Club de París. En la primera reunión, en mayo de 1985, se reestructuraron 280 millones de dólares EUA. En la última, en novimentre de 1991, se renegociaron 771.

Durante los últimos 20 años, por cada dólar que la República Dominicana ha recibido en concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo, ha pagado entre dos y tres, para devolver el pago de la deuda. Este dato por sí mismo podría justificar una demanda de cancelaciones de deuda para este país mucho más generosas de lo que han sido hasta ahora.

Si el gobierno dominicano pudiese disponer de los recursos que ha de destinar al cumplimiento de sus obligaciones financieras internacionales podría destinarlos a hacer inversiones sociales básicas. De aplicarse políticas sociales que favoreciesen a las capas sociales más pobres, es probable que las diferencias entre las distintas capas sociales del país se viesen reducidas. En 1998, los ingresos del 20% de la población más rica eran 35 veces superiores a los del 20% de la población más pobre.

Bajar las tasas de interés nos interesa a todos"

Cuarenta y siete años de experiencia en el sector de la construcción dan para mucho. Para levantar muchas obras, claro, y para saber mucho también. Saber, por ejemplo, cómo late el pulso de un sector que se hunde cíclicamente (dicen los constructores), pero que con rapidez vuelve a constituirse en un motor de la economía nacional.



Del Ingeniero Bisonó se sabe que tiene muy buen ojo para comprar las tierras, que no especula con ellas, ("mi negocio es construir casa, no revender terreno"), que tiene los pies sobre la tierra y no emprende obras imposibles, esas que de salir mal, pudieran crearle problemas. No se ponen en duda su amor al trabajo ni su fe en Dios. Y para su tranquilidad, ya superó el tiempo en que tenía que trabajar con dinero prestado. En el trabajo, se rodea de las nuevas generaciones y de los viejos compañeros y empleados. Manda, y mucho, aunque su talante es conciliador. Anda ahora ocupado en encontrar alternativas a un sistema de financiamiento que termina con las esperanzas del comprador y las posibilidades de trabajar del constructor. Lograr intereses más blandos para todos es, dice, la clave del futuro.

¿Ha sido un año tan malo?

Peor. La economía está estancada, pero la divisa está bajando. No sé hasta dónde va a bajar, particularmente no creo que debiera bajar más. Eso, a la larga, puede perjudicar a todo el mundo. Hay que ser realista, yo siempre creí que debía quedarse entre 35 y 40.

Mientras, ya nadie habla de dolarizar la economía…

Es que de hecho está totalmente dolarizada, nos guste o no, le llamemos así o no. Desde el momento en que las cotizaciones se hacen y varían de acuerdo a la tasa del dólar, la economía está dolarizada.




Al precio que está el dinero, le va a ser difícil.

¿Quiere que le diga algo? Si aquí los intereses estuvieran al 10-12%, los constructores tendríamos colas de compradores en la puerta de los proyectos. Esa es la desgracia más grande que le está pasando a este país en este momento, los intereses.

A su juicio ¿cuál es el motivo real de que las tasas sean tan altas?

Llevamos ya muchos años con las tasas rondando el 30%, creo que el país se ha acostumbrado a eso. Tampoco había motivos reales para que el dólar se disparara de los 16, 17 pesos a los niveles que lo hizo. Sé que no se pueden bajar de golpe, pero hay que hacer algo. Nos conviene a todos, incluso a la banca, que bajen del 20, para empezar.

¿Ideas concretas?

Bueno, estoy inmerso en eso, he tenido reuniones con las autoridades monetarias, con la banca hipotecaria y comercial y seguimos trabajando en eso. Hay que ver cómo podemos conseguir que las autoridades monetarias encuentren la forma de permitir prestar en dólares a los adquirientes de vivienda de interés social, aunque no produzcan dólares. Existen los medios, existe la necesidad, hay interés… Estamos preparando un plan para presentarlo a las más altas instancias.


¿Recuerda cuál fue la primera obra en la que participó?

Yo empecé con mi padre. Había sido ganadero, pero después comenzó a trabajar para una empresa americana que hacía acueductos. A los once o doce años ya le ayudaba, por ejemplo a hacer las cuentas con los pagos de los obreros… cosas así. Y antes de graduarme trabajé en la Feria Ganadera. También fui profesor en la UASD.

Los grandes arquitectos e ingenieros dominicanos fueron profesores. ¿Ya no es tan común?

Las cosas han cambiado mucho. Todo se ha tecnificado mucho. Teníamos unos profesores que eran verdaderas eminencias. Esa sí es una diferencia importante, ser alumno de Moncito Báez, de Jacobo Tomé, y tantos otros... El que se graduaba, sabía.

¿Cómo se construye en República Dominicana?

A pesar de que hay muchas construcciones ilegales, que no se someten a los reglamentos, a las disposiciones vigentes de los permisos, se construye con mucha seguridad y por eso no hay más accidentes. Los calculistas se cubren, y mejor ponen varillas de más que de menos…


Un cálculo rápido ¿cuántas viviendas ha levantado usted?

Empecé en el año 55, pero haciendo infraestructuras, carreteras, acueductos principalmente… ¡hasta una estación de tren! Cuando se diseñó el Ensanche Luperón, en los años ‘50 fue cuando comencé a construir casas, ese fue mi primer proyecto de interés social. Creo que deben ser más de 30.000.

Ventajas e inconvenientes de trabajar en familia

Trabajar con la familia es trabajar para la familia. Todos tenemos un mismo objetivo, una misma meta. Me considero un poco el fundador de este negocio, pero me gusta transmitir la experiencia, la obra que haya podido hacer ¿y a quién mejor que a mis hijos? Pero también es complicado, porque es más difícil criticar o reprender. Y yo siento que debo hacerlo, en ocasiones, para que las cosas marchen como creo que deben hacerlo. Aunque se disgusten. Soy un pacificador, pero digo lo que tengo que decir, son más de 45 años trabajando. Algo sabré…

¡Que hay un déficit de 800.000 viviendas! 750.000 serán para clase media baja y clase pobre. Esa es la realidad del país.




Mercado del dólar

El dólar es de naturaleza fuerte. Y lo es por la fortaleza de la economía que lo respalda, como por la gran confianza que los países y la gente tiene en esa moneda.

Si partimos de eso, la comercialización del dólar encierra de entrada una base especulativa de forma intrínseca. Quiere decir, que se venderá siempre por encima de su valor real. En nuestro caso particular, la prima del dólar estará sobrevaluada con relación al valor del peso en el mercado.

Obviamente, que también dada la naturaleza de la comercialización de esa moneda la tradicional fórmula de la oferta y la demanda no se ajusta al pie de la letra. Eso significa que se trata de un mercado dirigido.

En consecuencia, no parece correcto que funcionarios del gobierno aparezcan con declaraciones que condicionen el comportamiento del valor de la prima. Mucho más cuando las mismas autoridades están celebrando entre los logros de estos primeros cien días la reducción de la tasa del dólar y en consecuencia la revaluación del peso, y esperan además la rebaja de los precios de los artículos de consumo masivo.

La prima del dólar fue libre para subir y debe serlo también para bajar, al menos vale la pena preservar ese criterio básico de libre mercado, aunque todos sabemos que ahí no se cumple la fórmula mágica de la oferta y la demanda.

Quizás sólo así podría darse aquello que decía el presidente Leonel Fernández, de que ahora le tocará a los pobres.
LA BAJA DEL DÓLAR HA SIDO GRAN ALIADA DEL GOBIERNO

POR HÉCTOR LINARES

SANTO DOMINGO.- El Gobierno se aproxima a sus primeros cien días de gestión, exhibiendo como su principal logro en materia económica la reducción de la tasa de cambio con el consecuente arrastre de otras variables económicas, tales como la baja en los precios de los principales bienes y servicios, y del costo del dinero.

Impulsada más por el efecto psicológico que por causas económicas tangibles, la baja del dólar ha creado un ‘‘remolino’’ que ha arrastrado una gama de bienes cuyos precios están estrechamente ligados al comportamiento del billete verde en el mercado cambiario dominicano.

El comportamiento bajista de la tasa del dólar—que parece ser más fruto del factor confianza que el resultado directo de una acción del Gobierno— ha resultado para la economía en general más positivo que la reforma fiscal aprobada en septiembre y aplicada desde el primero de octubre. La reforma, que es parte del compromiso asumido por el país ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro de las negociaciones para reactivar el suspendido acuerdo Stand by, es hasta el momento la principal iniciativa de índole macroeconómica atribuida a la actual Administración.

Incluso el efecto de la reforma fue de alza de precios durante el primer mes de su aplicación, lo que revirtió o impidió que fuera menor el efecto de baja en los precios que se produjo en septiembre, cuando la inflación fue negativa.

En sentido general, el descenso del tipo de cambio ha sido el principal aliado del Gobierno en la lucha contra la inflación, que es el mayor desafío de las autoridades en materia económica.

Al asumir el poder el 16 de agosto, el presidente Leonel Fernández encontró una tasa de cambio—en descenso desde el 17 de mayo— a un nivel promedio de 43 pesos por dólar. Desde entonces la baja siguió en forma consistente, hasta colocarse al 27 por uno. El pasado lunes la tendencia bajista se interrumpió por dos días, cuando aparentemente el ‘‘mercado’’ interpretó como ‘‘una señal’’ de alza declaraciones del secretario técnico de la Presidencia de que el presupuesto del 2005 está siendo diseñado con una tasa de cambio de referencia al 37 por uno.

Al día siguiente, el director de Presupuesto aclaró que ese nivel fue aceptado por los funcionarios económicos del Gobierno que negocian con el FMI, para tener un colchón ante cualquier eventualidad que pueda ocurrir en el mercado cambiario, pero que la tasa esperada para el próximo año es de entre 27 y 31. Desde entonces, aunque a un nivel más lento, la baja ha retornado al mercado.

Al ser la cotización del dólar el centro de todos los principales costos y precios de la economía, la baja de la ‘‘prima’’ ha posibilitado el inicio de un proceso de baja en la cotización de importantes bienes y servicios, que van desde alimentos hasta bienes terminados como automóviles.

Los combustibles, que constituyen un factor amenazante de la estabilidad interna de precios, han mantenido un nivel por debajo del encontrado por el Gobierno, porque la tasa de cambio ha contribuido a atenuar el aumento del barril del petróleo, que en ocasiones superó los US$50.00 por barril.
El viernes último cerró a US$48.44 el crudo de Texas, que es la referencia para el mercado americano.

La baja del dólar, que en términos reales ha implicado una baja de más de 120 puntos o doce pesos desde el 17 de agosto a la fecha, ha facilitado una tendencia general de baja de precios en una amplia gama de servicios. Hay quejas, sin embargo, de que la velocidad de la baja de los bienes y servicios vinculados al dólar ha sido mucho más lenta que cuando había aumentos por causa del incremento del tipo de cambio. Los principales supermercados y tiendas están en una especie de ‘‘guerra de precios’’.

Factor

Según afirman entendidos, y admiten en privado funcionarios del área económica, la baja del dólar—que ha sido la bendición del Gobierno— es el resultado de la confianza que ha despertado en los agentes económicos el cambio de autoridades. El cambio de actitud hacia la economía ha sido básicamente espontáneo, porque con excepción de la reforma tributaria, que tuvo sus críticas y oposiciones desde el área empresarial, y de las medidas adoptadas por el Banco Central para enfrentar su enorme déficit cuasifiscal, no ha habido iniciativa de magnitud trascendente para revertir la depreciación del peso que estuvo en marcha desde principios del año pasado.

El factor confianza parece tener como eje central al Bancentral, debido a que los inversionistas, institucionales y particulares, continúan adquiriendo esos instrumentos, no obstante el rendimiento no ser tan atractivo como antes.

El dólar inicia la semana en baja;
Confirma topes entre 28 y 30 pesos

SANTO DOMINGO.- El dólar inició la semana en baja, consolidando un comportamiento que desde que comenzó el proceso de estabilidad cambiaria ha situado la cotización de la moneda estadounidense en una franja que fluctúa entre 28 y 30 pesos.

La práctica ha reflejado que cuando el dólar está en baja, se detiene en el nivel de 28 pesos o cerca de ese valor, y cuando sube llega hasta 30 ó 30.50. Entre esos niveles la cotización se ha ‘‘acomodado’’.

Ayer el billete verde cerró la jornada cotizándose para la venta entre 28.80 y 29 pesos. Igual tendencia, aunque más matizada porque se apreció en los mercados internacionales, experimentó el euro.

La tasa que pagaban bancos y agentes de cambio a sus suplidores de dólares fluctuaba entre 28.50 y 28.70. En la jornada matinal hubo transacciones de compra hasta a 29.50 en el segmento extrabancario, pero a medida que transcurría el día, los corredores fueron bajando la tasa de compra, debido a que la demanda no posibilitaba adquirir dólares caros. Un banquero consultado declaró que la baja de fue inducida por una caída en la demanda frente a una ‘‘buena oferta’’ de dólares.

Mientras que un corredor explicó que la palabra mágica es que ‘‘nadie quiere dólares hoy (ayer)’’. Según su apreciación, ‘‘el único que tiene pesos para comprar dólares es el Gobierno’’.

El movimiento pendular de la tasa de cambio se ha estado materializando desde el año pasado, profundizándose en el último cuatrimestre. El nicho inferior de la franja ha sido de 28 pesos por dólar y el mayor 30.50.

Uno de los mayores beneficiarios directo de la baja de la tasa de cambio ha sido el Gobierno, porque el pago del servicio de la abultada deuda externa disminuye. Aunque el Gobierno estimó, para fines de cálculo del pago de la deuda externa, una tasa de cambio de 37.00 por uno, el valor real del mercado ha sido inferior en cerca de ocho puntos porcentuales, lo que constituye un ahorro en proyecciones de pagos. La baja del dólar ha estado ligado al resultado de la política monetaria que está aplicando el BC, dirigida a retirar la liquidez que provocó el financiamiento que tuvo la entidad que conceder en ocasión del auxilio que concedió a los bancos que en el 2003 tuvieron problemas. Ayer hubo baja en la comercialización del euro. Cerró la venta entre 37.20 y 37.50, y entre 35.50 y 36.25 para la compra.

No a la dolarización en República Dominicana

La dolarización sería un golpe rotundo a la soberanía nacional y agravaría más los problemas de la mayoría de los sectores sociales del país. Producir más y no dolarizar debe ser la divisa de unidad de los dominicanos.

Si el país adopta el dólar como la moneda de circulación oficial, estaría dando un golpe rotundo a la soberanía nacional, porque al tiempo que desaparecería el peso, dejaría en manos de las autoridades monetarias norteamericanas la potestad para emitir medio circulante, en tanto son las que tienen el derecho legítimo de determinar lo que se hace y no se hace con el dólar.

Contrario a lo que pudieran creer muchas personas, solo la Reserva Federal norteamericana podría decidir la cantidad de dólares que en un momento determinado circularía en el país , y en tal situación el Banco Central desaparecería o pasaría a ser una sucursal de la principal institución monetaria de los Estados Unidos.

Además, ese hecho conduciría a una sobreexplotación de la mano de obra criolla y a un crecimiento exponencial de la miseria, toda vez que para garantizar la circulación de una determinada cantidad de dólares en la economía nacional, el país quedaría obligado a mantener un respaldo por el monto de esa misma cantidad en las bóvedas de la Reserva Federal, y para conseguirla tendría que constreñir los salarios locales y erosionar al máximo los recursos naturales para lograr competitividad a los bienes y servicios de exportación que generen los dólares que mantengan aquel respaldo.

El dumping social y ecológico, o sea la producción para exportar y conseguir dólares sobre la base de salarios bajos y el exterminio extensivo de los recursos naturales, vendrían a ser los pilares que sustenten la dolarización y esto tendría unas repercusiones inmediatas muy negativas sobre las condiciones de vida de la mayoría de las personas.

El país puede salir de sus problemas actuales, si adopta una voluntad de impulso a la producción nacional, que por una parte oferte gran parte de los bienes y servicios que demanda el mercado interior y por la otra le permita conquistar y consolidar nichos de exportación.

Producir más y no dolarizar, debe ser la divisa que una a la mayoría de los dominicanos en este momento crucial de la vida de la nación y del bienestar de los trabajadores, los sectores medios y el pueblo en general.

LA DOLARIZACIÓN ES UNA TRAMPA

Ya se ha dicho que si el gobierno adopta el dólar como la moneda de circulación nacional, quedaría en manos de la Reserva Federal Norteamericana decidir cuántos dólares circularán en la economía del país, todo lo cual significa que la soberanía nacional sería lesionada de manera sensible, porque se perdería el peso que es nuestra moneda nacional y además se perdería la facultad de decidir la política monetaria.

Pero además, para mantener una determinada cantidad de dólares en circulación, el país deberá tener una reserva por esa misma cantidad en las bóvedas norteamericanas. Si quiere aumentar el medio circulante, debe hacer lo mismo con la reserva. Es decir, que si el dólar se convierte en la moneda de curso legal de los dominicanos, el país tiene que preocuparse de manera estricta en mantener esa reserva en dólares que como se ha dicho deberá ser depositada en la Reserva Federal Norteamericana.

La cuestión sería entonces determinar cómo consigue la República Dominicana los dólares que le permitan mantener como menos estable esa reserva que sirva de respaldo a los dólares que circulan en la economía. Y aquí viene el gran problema que debemos entender la mayoría de los dominicanos.



POR CIRCUITOS ECONÓMICOS TRANSPARENTES, EL PAÍS PODRÍA OBTENER DÓLARES:

Primero.- A través de la exportación y del turismo. Pero se sabe que una garantía para que el turismo y las exportaciones criollas sean competitivas, o cuyos precios sean atractivos, son los salarios bajos, o la sobreexplotación de los trabajadores. Es decir, que para generar dólares a través de estas actividades, el gobierno tendría que seguir asegurando que los salarios mantengan una tendencia a la baja o como menos se mantengan en un nivel bajo, para lo cual, además, será necesario mantener la represión sindical y el desempleo. Es el llamado dumping social.

Segundo.- A través de la venta o hipoteca de los recursos nacionales en la que, entre otras cosas se expresa, la deuda externa y la inversión extranjera. Pero se sabe que los recursos provenientes de la deuda externa no han sido invertidos con atención al interés nacional y para pagarla se ha tenido que expoliar al pueblo mediante impuestos como los que gravan la gasolina y demás hidrocarburos y mediante la restricción de servicios públicos, como la salud y la educación.

Se sabe también que la inversión extranjera se lleva a cabo sobre la base de facilidades fiscales extremas y que lo normal ha sido que del país hayan salido más utilidades en dólares que lo que realmente se han recibido a través de la inversión extranjera. Según uno de los informes del Banco Central, en el primer semestre del año 2002, salieron del país 637,7 millones de dólares por concepto de utilidades, mientras que en ese mismo período solo ingresaron 441,7 millones de dólares como inversión extranjera.

Esta salida de utilidades en dólares es, de hecho, uno de los elementos de presión a la tasa cambiaria.

Por demás la política de inversión extranjera ha sido parte consustancial de un modelo económico que a su vez ha conducido a incrementar la depredación de los recursos naturales del país. Se ha querido generar dólares al costo de dañar importantes reservas naturales. Es el llamado dumping ecológico.

Tercero.- Si se asume la dolarización, el país podría atraer dólares también disponiendo de unas tasas de interés bancario más alta que en otros países, de tal manera que los ahorradores decidan ahorrar sus dólares en el país, porque obtendrían un mayor beneficio. Pero, si los bancos pagaran altas tasas de interés pasivo, lo lógico es que también cobren altas tasas de interés en los préstamos que oferten y esto, a su vez, perjudicaría la inversión a la pequeña y mediana empresa y por consiguiente, dañaría las posibilidades de producción y al empleo.

Lógico, que como siempre, un pequeño grupo se beneficiaría de la dolarización, pero la mayoría y la nación misma, sería perjudicada de una manera sensible. La dolarización sería un golpe tipo jaque a la nación y pueblo dominicanos.

De tal manera, que los patriotas y revolucionarios dominicanos estamos convocados a unir ideas y voluntades para librar una batalla trascendental, como en febrero de 1844; o como en agosto de 1865; o abril de 1965.

La tasa de cambio promedio para el período anterior a nuestro gobierno había llegado a 45 pesos por dólar, y la tasa de interés sobrepasaba el nivel del 50 por ciento.

En la actualidad, la tasa de cambio ha oscilado entre 28 y 30 pesos por dólar, lo que representa una apreciación de nuestra moneda inimaginable al momento de asumir el mandato presidencial.

Estimaciones preliminares indican que para el año 2004, de no haberse tomado medidas de ajuste fiscal, el déficit del sector público no financiero habría sido superior a los 26 mil 500 millones de pesos.

Aumenta la dolarización en el país

La dolarización del consumo crece en el país pese a que no es una economía dolarizada. Tendencia que se afianza por la inestabilidad de la tasa del dólar y que se expandió a varios sectores producto de la devaluación monetaria que sufrió el país desde 2002.

Pero gran parte de los establecimientos comerciales no solo cotizan en dólares, sino que indexan los precios al menos un punto por encima de los valores del mercado como -dicen- "medida de protección de futuras pérdidas", lo que perjudica al consumidor.

Para José Luis Alemán, economista y sacerdote, la práctica es un engaño evidente al consumidor, ya que existe la posibilidad de que la empresa adquiera un ingreso añadido que no es un valor agregado cuando estimaban evitar una devaluación en pesos.

Guess, Façionnable, a.testoni, Baño y Cama, Ready to Wear, Colección de Hogar, Babys and Kids, y Náutica son algunas de las tiendas que incurren en esta práctica. Otras como Lacoste y Stiletto dicen que se limitan a cotizar de acuerdo con la tasa del día.

La tendencia se produjo por la falta de confianza en la estabilidad del peso a mediano y largo plazo y las facilidades que esto representa al no tener que cambiar de dólares a pesos, indicó el economista.

“En la mayoría de los casos la clientela y la inversión son extranjeras y es más fácil estimular los precios en dólares que en pesos, por lo que se aplica la libertad comercial que tiene ventajas y complicaciones”.

Una de las observaciones del empresariado al proyecto de ley de defensa del consumidor que se discute en la Cámara de Diputados, es que éste establece que los precios deben expresarse en moneda nacional, incluyendo impuestos, tasas o gravámenes a que se encuentran sujetos.

Los empresarios argumentan que el artículo 28 de la Ley Monetaria y Financiera establece que el régimen cambiario del República Dominicana está basado en la libre convertibilidad del peso.

“Los agentes económicos –tiendas, consumidores, instituciones de servicio, etcétera- podrán realizar transacciones en divisas en las condiciones que libremente pacten de acuerdo con las normas generales sobre contratos”, dice el artículo.

Representantes de ventas también sostienen que indexar en dólares les ahorra el trabajo de hacer un inventario todos los días.
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José Luis Alemán advierte que lo ideal es que un país se maneje con una sola moneda siempre y cuando el peso permanezca estable y genere confianza en los agentes económicos para que no exista gran estímulo hacia estas prácticas.

Viviendas y autos, también dolarizados

Igual situación ocurre en el sector inmobiliario. Aproximadamente el 30% de los apartamentos, casas y terrenos que se anuncian en los clasificados y suplementos como el Metropolitana Times, de Remax Metropolitana, son en dólares.

Los precios varían entre US$125 el metro cuadrado, US$90,000 y US$1.9 millones, según las características y el sector. Los alquileres van de US$500 a US$3,500.

Los autos no se quedan atrás porque "cada fluctuación de entre uno o dos puntos representa pérdidas para el sector", según encargados de venta. Razón por la que Auto Peravia prefiere facturar en dólares.

Un mercado fluctuante en los últimos dos años

Las constantes fluctuaciones que ha experimentado la tasa del dólar durante los últimos dos años han llevado a los importadores a buscar un punto de referencia ( la moneda estadounidense) para comprar en el exterior, afirmó Andrés Dauhajre, presidente de la Unión Nacional de Empresarios.

El importador aseguró que desde el año pasado la mayoría de los comercios locales han fijado sus precios en pesos por la apreciación de la moneda local, aunque sectores como el de automóviles, donde incide “tanto” la tasa cambiaria, no han variado las cotizaciones en dólares todavía.

DOLARIZACIÓN SE AFIANZA EN CENTROAMÉRICA

Las economías de Centroamérica y República Dominicana permiten una amplia participación del dólar estadounidense, tanto en transacciones financieras como en operaciones comerciales de alto valor y como medio de pago en efectivo. Este hecho reconoce que la dolarización de facto no es simplemente la consecuencia de los anteriores períodos de inestabilidad sino que es un resultado inherente del proceso de una mayor inserción de las economías de la región a los mercados internacionales que les son relevantes, los cuales prefieren transar en la moneda estadounidense.

La historia de alta inflación mantiene en la memoria de los agentes una actitud de precaución en la preservación del valor real de sus activos, sin embargo, si bien estos países comparten algunas experiencias de inestabilidad macroeconómica de distinta intensidad, cada economía presenta diferentes niveles de dolarización lo que convierte a cada cual en un caso particular.

Utilizando la razón depósitos totales en moneda extranjera sobre el total de depósitos como indicador de dolarización según muestra el cuadro adjunto, Nicaragua y Costa Rica presentan un alto grado de dolarización de facto en su sistema financiero, mientras República Dominicana y Honduras presentan niveles moderados, y Guatemala posee el sistema financiero con menor grado de dolarización. No obstante, si se revisa la variación porcentual de este indicador se observa que la tasa de crecimiento de la dolarización de facto en el sistema financiero de Guatemala y República Dominicana se ha expandido en promedio a un ritmo de 24% y 16%, respectivamente, en los últimos cuatro años; mientras los depósitos en moneda extranjera como porcentaje del total de depósitos ha crecido a tasas más moderadas en Honduras y Costa Rica (7.1% y 6.1%, respectivamente) y en Nicaragua apenas se ha producido cambio en el último cuatrienio (-0.7%).

Guatemala y República Dominicana, países que tardaron en permitir la apertura de cuentas denominadas en moneda extranjera en su sistema bancario, presentan casos de notable particularidad. Para el caso de Guatemala, el bajo nivel de dolarización puede ser explicado por la amplia participación de bancos offshore, los cuales suelen ser los principales captadores de depósitos y prestamistas de fondos denominados en moneda extranjera. Adicionalmente, la tendencia a la apreciación que recientemente ha experimentado el quetzal desmotiva la tenencia de dólares en el sistema financiero y en efectivo para realizar pagos.

En el caso dominicano, la dolarización ha aumentado en medio de un ambiente de crisis financiera el cual fue incubándose en los años previos en medio de un entorno de incertidumbre y desconfianza en la política económica.
Desdolarizar la economía

Actualmente, El Salvador es el único de los países centroamericanos plenamente dolarizado, sin embargo, A raíz de una propuesta del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de poner a circular de nuevo el colón, el Banco Central de Reserva de El Salvador ha tenido que salir en defensa de dicho sistema.
De acuerdo con la presidenta de la institución estatal, María Luz Portillo, la puesta en marcha de la Ley de Integración Monetaria (LIM) o circulación del dólar oficial en sustitución del colón ha mejorado los indicadores económicos. A decir de Portillo, se ha podido observar cómo el país ha mejorado las condiciones financieras para las empresas y las personas desde que se eliminó el riesgo cambiario.
A pesar de que los bancos todavía reciben una mínima cantidad de colones en algunas ciudades del país, a la fecha los datos indican que el 99 por ciento de la economía está dolarizada.

El Dólar o el Euro, para quien lo produce..

Con esta simple pero trascendental reforma, quienes producen dólares tendrían el derecho de quedarse con ellos o vendérselos a quien se los quiera comprar. El exportador se quedaría con sus dólares, ya sea este un empresario o un empleado. Y podría depositarlos o tomarlos prestados en cualquier banco. Los trabajadores de la industria turística y de las zonas francas podrían recibir sus cheques en dólares, como lo reciben sus empleadores.

Y cualquier dominicano que así lo quiera, cobraría en dólares o en euros o en la moneda que le de su santísima gana. Quienes quieran comprar dólares, incluyendo el gobierno, siempre los podrán conseguir, pues tendrían muchas más opciones de oferta que bajo el actual sistema. E indiscutiblemente, la economía Dominicana estaría mucho mejor.

Con esta reforma también podrían incorporársele más dólares a nuestro sistema bancario y financiero, fortaleciendo así nuestra economía y estimulando el flujo de capitales hacia nuestro país, para poder financiar a su vez las inversiones públicas y privadas que generarán la producción, los empleos y los ingresos necesarios, para mejorar el nivel de vida de nuestra gente.

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